lunes, 21 de noviembre de 2011

Los pendientes tipo chandelier

   Los pendientes tipo "chandelier" son pendientes con muchas caídas, generalmente muy grandes, que resultan muy vistosos de llevar,un llamativo complemento para tu outfit. 

    Su nombre viene de las grandes lámparas con muchos colgantes de cristal.

    Se llevan bien con muchos estilos, dependiendo de los materiales con los que están diseñados. Quedan ideales con los estilos mas bohemios y si están diseñados con metales y piedras preciosas, o con grandes brillos, serán espectaculares para situaciones más festivas.
   No quedan bien, sin embargo, en ambientes de trabajo clásicos y formales.















 No soy muy amiga de las reglas, siempre creí que la innovación se produce en cierta forma rompiéndolas,  pero en este caso...hay una regla muy importante a seguir... y es esta: si eliges un gran pendiente de este tipo nunca, jamas, jamas  lo combines con un collar grande y vistoso, una muñeca llena de pulseras o llamativos anillos en las manos. Incluso un simple collar de una vuelta de perlas resultaría recargado.

   Que sea como los elegantes escaparates de las tiendas de lujo, presentándonos una única y espectacular pieza que se lleve toda la atención.De otra forma el efecto es el de " árbol de Navidad," alguien que se ha puesto encima todo lo que tiene.


   La forma de la cara es muy importante, como para cualquier otro tipo de pendiente.




Si la forma de tu cara es redondeada o cuadrada seria mejor que eligieras pendientes más largos, que se ensanchen hacia su base.

Si tu cara es mas alargada, es mejor elegir estos pendientes un poco mas cortos, que den mas volumen a los laterales de la cara.











   Así hay una forma ideal para cada tipo de cara. Solo desaconsejaría utilizar estos pendientes a mujeres muy menuditas o de poca estatura, para quienes resultarían desproporcionados.

   Si nos fijamos en el corte del pelo y la forma de peinarlo:

   Las mujeres con el pelo corto o con un recogido alto no deberían llevar pendientes que bajaran más de la linea de la mandíbula. Un pendiente demasiado largo, no estaría proporcionado con el pelo corto.

   Por el contrario si llevas el pelo largo puedes llevar también pendientes más largos. Si no quieres llevar unos largos chandelier  opta por unos pendientes largos y sencillos acabados en una piedra o cristal en forma de lágrima o gota.


   Estos pendientes son espectaculares para fiesta, con vestidos de mucho escote o con los hombros descubiertos, o cuando queremos tener una imagen mas sexy.


Pero podemos llevar diseños mas informales, con madera, plumas o cuentas de cerámica para diario.








Y pasando a la comodidad al llevarlos, a la hora de elegirlos es conveniente que tengáis en cuenta el peso. Aunque algunos están montados sobre armazones o filigranas de aluminio, muy ligeras, la gran mayoría lleva gran cantidad de piedras o cuentas de otros materiales que los hacen bastante pesados.

  Aunque cuando os los pongáis no os lo parezca, al cabo de algunas horas de llevarlos suelen molestar un poco. Lo mejor para minimizar este inconveniente es elegir pendientes con el peso bien balanceado, muy simétricos en su forma.

   También hay que tener en cuenta que por su longitud no lleguen a tocar la ropa, sobre todo en invierno, cuando llevamos chales o bufandas. No sólo no queda bien cuando el pendiente va apoyado sobre los hombros, sin caída, sin "bailar". Sino que además es bastante incomodo y a menudo acaban enganchándose, saliéndose de la oreja y perdiéndose.



  Son accesorios muy llamativos, que llevaran inmediatamente la vista hacia vuestra cara. Así que es una buena idea el elegirlos con cuentas o abalorios que potencien el color de vuestros ojos.

  Son además ideales para todas las edades. Es verdad que cuando mayores nos hacemos deberíamos optar por complementos algo mas discretos, pero no hay razón para no llevar este tipo de pendientes, que además hace parecer mas juvenil. En lugar de llevar pendientes con grandes piedras y muchos colores, podríamos optar por aquellos que llevaran las cuentas mas pequeñitas, aunque en más cantidad y que estuvieran sólo dentro de una  misma gama de colores.


  Lo cierto es que merece la pena probarlos.


  Mi experiencia es la de haber llevado hasta los 20 unos pendientes diminutos, de oro. Creo que con motivo de asistir a una boda quise probar algo mas atrevido y elegí unos aros que no llegarían a los 2 cm de diámetro, de los que colgaban pequeñas lágrimas. Ahora me parecen de lo mas clásico y moderado, pero os prometo que en ese momento pensaba que todo el mundo me miraba con los enormes pendientes que llevaba.

  Después he llegado a llevar pendientes enormes y casi imposibles. Como les digo a muchas de mis clientas, a todo hay que acostumbrarse, hay que empezar poquito a poco, y no son para todos los días ni ocasiones, pero cuando te atreves con ellos llegan a engancharte.

   No os parece?