viernes, 8 de julio de 2011

Cristal de Bohemia

  

  Que amante de los abalorios no ha empleado para alguna de sus creaciones el cristal checo o cristal de bohemia?. Cuando yo empecé era prácticamente lo único que podíamos encontrar con toda seguridad en las mercerías y tiendas de manualidades donde revolvíamos. Claro que, seguramente, aquellas cuentas tenían poco de cristal de bohemia. A mi tienda han venido muchas veces simpáticas señoras  que llamaban cristal de roca a todas las cuentas facetadas, las mas famosas entre las cuentas de cristal checo. Y ahora que lo pienso...que divertido recopilar las formas en que cada uno llama a los componentes para hacer bisutería y cuantos dibujos para entendernos al principio!.

  Por si os interesan ahí van algunas curiosidades sobre el cristal checo.

    El cristal checo procede del antiguo reino de Bohemia, en Europa Central, que ahora forma parte de la República Checa.Se han encontrado restos que datan el  principio de la industria del vidrio en esta zona en los comienzos del siglo XIV. Gracias a los minerales que se encuentran en su suelo y a los bosques que en un principio alimentaron los hornos de los pequeños artesanos vidrieros, junto con su inagotable imaginación se ha desarrollado una industria del vidrio de renombre internacional (ya sabemos que no sólo fabrican cuentas y abalorios, también están las cristalerías, los adornos de decoración...pero a cualquier no aficionado al mundo de la bisutería no se le ocurrirá ni pensar la importancia que tienen las "bolitas").

  A diferencia de las cuentas austriacas (cristal de Swarovski) estas no contienen plomo y dada la diferencia en la forma de pulir sus facetas, unas con maquinaria muy perfeccionada y otras pulidas al fuego la definición (la perfección) del tallado es muy diferente, siendo las aristas de las bolas pulidas al fuego mas redondeada, mucho menos marcadas.

  La forma más común de las bolas facetadas es la redonda, aunque en la actualidad son mas alargadas (oblongas) que redondeadas. Pero se hacen en gran multitud de formas biconos, rondeles, drops, lágrimas...

  Sobre su colorido hay que tener en cuenta dos cosas muy importantes:


  La primera y principal es, que a diferencia del cristal de Swarovski, un mismo color, el olivine por ejemplo, puede no ser igual de una remesa de fabricación a otra. Con lo que habrá que calcular con anterioridad a la compra el número de piezas que necesitamos para evitar que haya diferencias en el colorido al realizar nuestras piezas.

  La segunda es que el color se intensifica con el tamaño de la bola. Así una facetada de 4 mm y una de 8 del mismo color pueden parecer de tonos diferentes.